El Persa No Es Un Gato Como los demás

El persa no es un gato como los demás

Es como tener un peluche en casa, que si bien requiere ciertos cuidados, es muy cariñoso.

Por María Paz Carvajal

De a poco van apareciendo los gatos de raza en Chile, entre las cuales los persas sin duda llevan la delantera. Conocido popularmente como el "tigre del sofá" o el "gato alfombra", el persa -el mismo que se robó la pantalla en la película "Stuart Little"- es ese gato de contextura robusta, cabeza grande, ojos redondos, cola corta y pelo largo. Hay de muchos colores, pero si existe algo que los caracteriza aún más es su temperamento. "Es muy tranquilo, amistoso y regalón.

Necesita del cariño del dueño. Ideal para una vida en departamento, no echa de menos salir al exterior y se lleva bien con los niños", explica la médico veterinaria del Centro de Referencia Médico Felina Moggie Cat's, doctora María Paz Iturriaga.

Cuidados especiales

De hecho, si bien es juguetón -agrega-, siempre va a preferir estar echado. Además, también tienen a favor el ser bastante menos gritones que otros gatos, lo que se agradece cuando las hembras están en celo. Hay que tener presente, eso sí, que existen algunas enfermedades más frecuentes en los persas.

Por la anatomía de su nariz, que es corta (braquicefálicos), es común la obstrucción del conducto nasolagrimal, lo que los lleva a lagrimear mucho.Otro mal es la enfermedad del riñón poliquístico (PKD), que es hereditaria y que implica que el gato nace con quistes en estos órganos. Con los años, estos quistes pueden ir cundiendo o creciendo en tamaño."La principal complicación de quien lo padece es que llegada la adultez (a los 7 u 8 años) desarrolla insuficiencia renal. Por eso se aconseja que todos los gatos persas, a los 8 meses de vida, se les haga una ecografía renal, para evitar que se cruce y para retardar la progresión del cuadro", dice la profesional.

Se estima que afecta a casi el 40% de esa población.También son propensos a tener clamidiasis (producida por una bacteria intracelular que produce conjuntivitis).Asimismo, hay que considerar que como tienen una mascada diferente a otros gatos, se sugiere comprarles pellets que están especialmente fabricados para persas.Y por supuesto, no olvidarse de su acicalamiento.

Desde pequeños deben acostumbrarse al cepillado diario y al baño entre dos veces por semana a una vez al mes. Esto no sólo evitará que ande dejando una excesiva cantidad de pelo por todos lados, sino que el gato, al lamerse, no se trague los que están sueltos y no genere así bolas de pelo en el estómago.