Cómo dar la educación adecuada a los Gatos

Cómo dar la educación adecuada a los felinos

Logrando que sea dócil, que no rasguñe muebles ni salga a callejear, el felino también puede ser el mejor amigo del hombre.

Por María Paz Carvajal

Los felinos también pueden llegar a ser los mejores amigos del hombre. Sólo basta darles algunos cuidados básicos y una adecuada educación. Aquí, la médico veterinario especialista en medicina felina y docente de la Universidad Mayor, Lina Sanz, da algunas pautas.

Para que no sea arisco: Adquirir el animal donde haya existido un manejo adecuado de la madre. A diferencia de otras especies, el gato empieza a sociabilizarse antes de nacido, por eso para tener un gato simpático y afectuoso, que no rasguñe ni sea asustadizo, la gata preñada debe ser acariciada en el vientre (10 a 20 minutos, 4 veces al día). Además, el gatito recién nacido debe compartir con seres humanos y ojalá con otras especies.

Para que se adapte a los cambios: Un gato al que en sus dos primeros meses se le saca de paseo en su jaula de transporte, se le baña, manipula o se le lleva al veterinario, no se estresará con esas situaciones en la adultez.

Para evitar el callejeo: La recomendación internacional dice que es ideal esterilizar a hembras y machos entre los 2 y 3 meses de vida. Así se evita el hábito del callejeo y algunos juegos bruscos que el animal suele aprender en su quehacer social. Además, a raíz de esta cirugía se acaban los celos en las hembras, así como el fuerte olor de orina relacionado con las hormonas sexuales, muy característico en machos.

Para que no arañe los muebles: Afilar sus uñas es algo normal de la especie. Desde que el gato llega a casa, hay que tenerle juegos especiales (columnas de sisal, cordel o cubrepiso), a los cuales hay que adicionarles hierba gatera para atraer su interés. Apenas intente arañar un mueble, llevarlo a su rascador. Si ya no lo educó, se suma al corte habitual de uñas el uso de fundas cobertoras que duran un mes; el gato sigue con su actitud, pero sin dañar. También existen cirugías para impedir que el felino saque sus uñas, pero muchos lo consideran una medida severa.

Para que no bote todo a su paso: Los gatitos pueden ser muy desordenados. Si queda solo, se sugiere dejarlo en una pieza donde no haya cosas de valor y con juguetes (nunca con ovillos de lana porque se lo puede tragar). Si el dueño lo pilla haciendo un destrozo o desorden, se le puede dar un suave golpecito en la nariz (hasta los 4 meses de vida, porque así lo hace la gata madre); en los más grandes se les puede lanzar agua con jeringa, pero sin que él note de dónde vino.

Para que no dañe los maceteros: Los botarán y sacarán las plantas sólo si quiere ocupar esa tierra como baño. Por eso hay que tenerles su caja de arena de paredes altas y mostrársela a su llegada. En paralelo, se sugiere al comienzo cubrir las macetas con un papel sonoro (celofán o de aluminio); el ruido lo alejará.